lunes, 12 de febrero de 2007

NOTAS SOBRE
HISTORIA DE LAS MUJERES:LA MUJER EN LA HISTORIA.
(Parte III)

Lilly Soto Vásquez**

III. Los nuevos marcos conceptuales:

A. El sexo como categoría social

La consolidación del factor género como elemento diferenciador y el sexo como categoría de análisis social forman parte de una nueva metodología. Para clarificar, tomemos la afirmación de Joan Kelly Gadol, cuando escribe:

...En suma las mujeres tienen que definirse como mujeres. No somos el elemento social contrario de una clase ni de una casta ni de una mayoría, puesto que somos mayoría, pero si lo somos de sexo: el hombre...".

Es decir, que si inluimos el sexo como categoría social integral en el análisis histórico, nuestra perspectiva se amplía,porque ya no abarca sólo los cambios sociales, sino las transformaciones en las relaciones entre los sexos. El enfoque histórico visto desde la óptica de las relaciones sociales de los sexos nos obliga, primero, a plantearnos la definición y valoración del status de la mujer y después, a analizar el significado de los roles sexuales.

El estudio de la evolución del papel sexual, su fluidez o rigidez, su similitud o diferencia, su rectificación o permanencia, puede explicarnos los mecanismos de transformación o conservación de las relaciones sociales de los sexos, y los procesos de transformación social.

De la misma manera, el estudio de los sexos y su empleo como categoría analítica da margen para cuestionar el esquema tradicional de periodización de la historia.



B. La cultura de la mujer


Es en 1975, que Gerda Lerner inició el estudio de la cultura femenina, a la que define de la manera siguiente:

...Tal cultura incluiría no sólo las ocupaciones separadas, el status, las experiencias y rituales de las mujeres sino también su conciencia, que internaliza las asunciones patriarcales. En algunos casos, incluiría las tensiones creadas en esa cultura entre los presupuestos patriarcales normativos y los esfuerzos de las mujeres para obtener su autonomía y emancipación...".


Una de las pioneras en el estudio de la cultura es Nancy Cott, cuyos trabajos fueron instrumentales en la formulación de un concepto de cultura femenina y estuvieron basados en el análisis que hizo de la esfera privada de New England, entre 1780 y 1835.

Sin embargo para Nancy Cott se trata de una subcultura, punto de vista compartido hoy por otros autores que sostienen el concepto de subordinación respecto de la cultura dominante.

Por otra parte, Kelly -Gadol afirma que las mujeres viven una dualidad: participan de la cultura de la mujer y a la vez coparticipan de la cultura general dominante en la sociedad. De esta forma, su experiencia social emerge de su condición específica y de su inclusión en una sociedad concreta. Por tanto, la cultura de la mujer, en tanto reflejo de esta experiencia específica, no puede constituir una subcultura.

Otros/as investigadores afirman que tanto la noción de "feminismo doméstico" como la definición de cultura de la mujer, entendida como la esfera privada y el culto a la femineidad, han suscitado duras críticas, las que se desarrollan en dos sentidos:

1. En primer lugar: suscitan el rechazo total del concepto cultura de la mujer y formulan nuevas vías de investigación. Ej: Ellen Du Bois quien preconiza la historia política de la mujer.

2.En segundo lugar: se aboga por una definición al destacar la importancia de esta interpretación entendida como eje del marco conceptual de la historiografía de la mujer. Ej: Lerner y Smith-Rosenberg.

El debate entre estos dos enfoques de la historia de la mujer aún no concluye. Podrían ser complementarios, sería más fructífero un planteamiento de la historia de la mujer que intentara elaborar una síntesis para incluir la dimensión política y la cultura de la mujer.


C. El feminismo: categoría de análisis histórico.


El feminismo sigue siendo uno de los aspectos importantes tratados por las historiadoras de la mujer. Temma Kaplan afirma que el feminismo se manifiesta en dos vertientes: la primera, incluye organizaciones feministas e ideológicas que promueven una mejora en la situación de la mujer y la segunda, que parte de la actividad colectiva de las mujeres para promover una mejora en la condición humana, pero que puede incluir objetivos feministas.

Sin embargo una de las dificultades es la falta de definición del término Feminismo. Señalamos algunas definiciones habituales:

-Una ideología política que rechaza la desigualdad entre los sexos y aboga por una equiparación de los derechos políticos del hombre y la mujer.

-El reconocimiento de que la mujer forma un grupo social diferenciable respecto del hombre y que tiene formas de vida, pautas de conducta y funciones sociales más restringidas que las del varón.






- El proceso de toma de conciencia sobre la existencia de diferencias sociales entre los sexos y las correspondientes restricciones legislativas, sociales, laborales, políticas y culturales que sufre la mujer en cuanto grupo.

- Las reinvindicaciones de las mujeres que abogan por el fin de su subordinación social.

-La aceptación del hecho de que la mujer debe luchar por sí misma para lograr la solución de sus problemas.

- Un movimiento organizado para lograr los derechos y reivindicaciones de la mujer.

Por su parte, Hilda Smith propone una definición más amplia de feminismo que permita aplicarlo a cualquier época histórica y lo define" como un sistema de pensamiento elaborado para explicar las relaciones entre hombres y mujeres" y argumenta que" primero hay que considerar el feminismo como una ideología en torno a la determinación de la existencia de la persona con respecto a su sexo". Es, a partir de esta definición que se puede proceder al análisis de los diferentes manifestaciones y aspiraciones feministas a lo largo de la historia.

Lerner rechaza el término feminismo por su falta de precisión y en su lugar propone dos términos respecto del estudio de los movimientos feministas de los siglos XIX y XX: movimiento en pro de los derechos de la mujer y movimiento de emancipación de la mujer.

El movimiento pro-derechos de la mujer en tanto la equiparación de la mujer con el hombre y constituye para Lerner, un movimiento reformista.

El movimiento por la emancipación de la mujer tendría otra connotación: la libertad de la mujer respecto a las restricciones impuestas en los niveles biológico y social; la autodeterminación de la mujer;la independencia económica y la posibilidad de elegir su propio modo de vida.

Ambos términos son aplicables al movimiento feminista contemporáneo y permiten distinguir entre las que aceptan el sistema una vez establecida la equiparación de la mujer con el hombre y las que, en cambio, abogan por la transformación revolucionaria de la sociedad.















IV. Conclusiones

1. La Historia de la Mujer trata de reconstruir su historia y ampliar nuestros conocimientos acerca de diversas dimensiones de su propio protagonismo histórico, a la vez que procura comprender el significado de los sexos, de grupos de género en el pasado histórico.



2. La Nueva Historia de la Mujer nos obliga a revisar nuestro lenguaje y a ampliar nuestros campos de investigación histórica para abarcar aquellas áreas donde ha tenido mayor incidencia la acción de la mujer. Debe revisarse los esquemas ideológicos patriarcales que han determinado una concepción de la historia de la humanidad desde la óptica de un sistema de valores masculinos y la elaboración de una historia que permita abarcar la experiencia colectiva de ambos sexos.

Se trata de plantear un análisis histórico a partir de la Historia Total pero no como una historia de las estructuras económicas, sociales y políticas planteada por la Escuela de los Annales, sino como una historia que abarque a la vez las dimensiones de la esfera privada para establecer una visión integral del conjunto de la experiencia histórica de la mujer.


** La autora es periodista,profesora, maestra en Historia, egresada del Doctorado de Sociología de la Universidad Pontificia de Salamanca-Proyecto Guatemala, miembro de número de la Acade­mia de Geografía e Historia de Nicaragua (AGHN) y miembro correspondiente de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala.






























V. Bibliografía.

Bebel,A. La mujer y el socialismo. Akal, Madrid, 1977.

Cardoso C.F.S. y Pérez Brignoli. Los métodos de la Historia. Crítica-Grijalbo, Barcelona.1977.pp.59-72.

Chesneau, J.?Hacemos tabla rasa del pasado? A propósito de la Historia y los Historiadores. Siglo XXI, México,1977.

Engels, F. El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Fundamentos, Madrid,1970.


Hartman, M.S.;Barner,L. Clio's Consciousness raised. News perspectives on the History Women. Harper Colophon Books. Nueva York,1974.


Lenin V.I. La emancipación de la mujer. Akal, Madrid,1975.

Lerner Gerda.The Challenge of Women's History. En: The majority finds its past. Placen women in History. Oxford University Press. Nueva York. 1981. Traducción de Mary Nash.

Mill, John Stuart y Taylor Harriet.Ensayos sobre la igualdad Sexual. Con un ensayo introductorio de Alice S. Rossi. Península, Barcelona,1973.

Nash, Mary. Nuevas Dimensiones en la Historia de la Mujer. escrito basado en la Ponencia "Desde la invisibilidad a la presencia de la mujer en la Historia: Corrientes historiográficas y marcos conceptuales de la nueva historia de la mujer" presentada a las Primeras Jornadas de Investigación Interdisciplinaria sobre la Mujer. Universidad Autónoma de Madrid, abril de 1981.



Schaff, Adam. Historia y Verdad.Ensayo sobre la objetividad del conocimiento histórico. Grijalbo, México, 1974.


Vilar, P. Historia marxista, historia en formación. Anagrama. Barcelona, 1974.
NOTAS SOBRE
HISTORIA DE LAS MUJERES:LA MUJER EN LA HISTORIA.
(Parte III)

Lilly Soto Vásquez**

III. Los nuevos marcos conceptuales:

A. El sexo como categoría social

La consolidación del factor género como elemento diferenciador y el sexo como categoría de análisis social forman parte de una nueva metodología. Para clarificar, tomemos la afirmación de Joan Kelly Gadol, cuando escribe:

...En suma las mujeres tienen que definirse como mujeres. No somos el elemento social contrario de una clase ni de una casta ni de una mayoría, puesto que somos mayoría, pero si lo somos de sexo: el hombre...".

Es decir, que si inluimos el sexo como categoría social integral en el análisis histórico, nuestra perspectiva se amplía,porque ya no abarca sólo los cambios sociales, sino las transformaciones en las relaciones entre los sexos. El enfoque histórico visto desde la óptica de las relaciones sociales de los sexos nos obliga, primero, a plantearnos la definición y valoración del status de la mujer y después, a analizar el significado de los roles sexuales.

El estudio de la evolución del papel sexual, su fluidez o rigidez, su similitud o diferencia, su rectificación o permanencia, puede explicarnos los mecanismos de transformación o conservación de las relaciones sociales de los sexos, y los procesos de transformación social.

De la misma manera, el estudio de los sexos y su empleo como categoría analítica da margen para cuestionar el esquema tradicional de periodización de la historia.



B. La cultura de la mujer


Es en 1975, que Gerda Lerner inició el estudio de la cultura femenina, a la que define de la manera siguiente:

...Tal cultura incluiría no sólo las ocupaciones separadas, el status, las experiencias y rituales de las mujeres sino también su conciencia, que internaliza las asunciones patriarcales. En algunos casos, incluiría las tensiones creadas en esa cultura entre los presupuestos patriarcales normativos y los esfuerzos de las mujeres para obtener su autonomía y emancipación...".


Una de las pioneras en el estudio de la cultura es Nancy Cott, cuyos trabajos fueron instrumentales en la formulación de un concepto de cultura femenina y estuvieron basados en el análisis que hizo de la esfera privada de New England, entre 1780 y 1835.

Sin embargo para Nancy Cott se trata de una subcultura, punto de vista compartido hoy por otros autores que sostienen el concepto de subordinación respecto de la cultura dominante.

Por otra parte, Kelly -Gadol afirma que las mujeres viven una dualidad: participan de la cultura de la mujer y a la vez coparticipan de la cultura general dominante en la sociedad. De esta forma, su experiencia social emerge de su condición específica y de su inclusión en una sociedad concreta. Por tanto, la cultura de la mujer, en tanto reflejo de esta experiencia específica, no puede constituir una subcultura.

Otros/as investigadores afirman que tanto la noción de "feminismo doméstico" como la definición de cultura de la mujer, entendida como la esfera privada y el culto a la femineidad, han suscitado duras críticas, las que se desarrollan en dos sentidos:

1. En primer lugar: suscitan el rechazo total del concepto cultura de la mujer y formulan nuevas vías de investigación. Ej: Ellen Du Bois quien preconiza la historia política de la mujer.

2.En segundo lugar: se aboga por una definición al destacar la importancia de esta interpretación entendida como eje del marco conceptual de la historiografía de la mujer. Ej: Lerner y Smith-Rosenberg.

El debate entre estos dos enfoques de la historia de la mujer aún no concluye. Podrían ser complementarios, sería más fructífero un planteamiento de la historia de la mujer que intentara elaborar una síntesis para incluir la dimensión política y la cultura de la mujer.


C. El feminismo: categoría de análisis histórico.


El feminismo sigue siendo uno de los aspectos importantes tratados por las historiadoras de la mujer. Temma Kaplan afirma que el feminismo se manifiesta en dos vertientes: la primera, incluye organizaciones feministas e ideológicas que promueven una mejora en la situación de la mujer y la segunda, que parte de la actividad colectiva de las mujeres para promover una mejora en la condición humana, pero que puede incluir objetivos feministas.

Sin embargo una de las dificultades es la falta de definición del término Feminismo. Señalamos algunas definiciones habituales:

-Una ideología política que rechaza la desigualdad entre los sexos y aboga por una equiparación de los derechos políticos del hombre y la mujer.

-El reconocimiento de que la mujer forma un grupo social diferenciable respecto del hombre y que tiene formas de vida, pautas de conducta y funciones sociales más restringidas que las del varón.






- El proceso de toma de conciencia sobre la existencia de diferencias sociales entre los sexos y las correspondientes restricciones legislativas, sociales, laborales, políticas y culturales que sufre la mujer en cuanto grupo.

- Las reinvindicaciones de las mujeres que abogan por el fin de su subordinación social.

-La aceptación del hecho de que la mujer debe luchar por sí misma para lograr la solución de sus problemas.

- Un movimiento organizado para lograr los derechos y reivindicaciones de la mujer.

Por su parte, Hilda Smith propone una definición más amplia de feminismo que permita aplicarlo a cualquier época histórica y lo define" como un sistema de pensamiento elaborado para explicar las relaciones entre hombres y mujeres" y argumenta que" primero hay que considerar el feminismo como una ideología en torno a la determinación de la existencia de la persona con respecto a su sexo". Es, a partir de esta definición que se puede proceder al análisis de los diferentes manifestaciones y aspiraciones feministas a lo largo de la historia.

Lerner rechaza el término feminismo por su falta de precisión y en su lugar propone dos términos respecto del estudio de los movimientos feministas de los siglos XIX y XX: movimiento en pro de los derechos de la mujer y movimiento de emancipación de la mujer.

El movimiento pro-derechos de la mujer en tanto la equiparación de la mujer con el hombre y constituye para Lerner, un movimiento reformista.

El movimiento por la emancipación de la mujer tendría otra connotación: la libertad de la mujer respecto a las restricciones impuestas en los niveles biológico y social; la autodeterminación de la mujer;la independencia económica y la posibilidad de elegir su propio modo de vida.

Ambos términos son aplicables al movimiento feminista contemporáneo y permiten distinguir entre las que aceptan el sistema una vez establecida la equiparación de la mujer con el hombre y las que, en cambio, abogan por la transformación revolucionaria de la sociedad.















IV. Conclusiones

1. La Historia de la Mujer trata de reconstruir su historia y ampliar nuestros conocimientos acerca de diversas dimensiones de su propio protagonismo histórico, a la vez que procura comprender el significado de los sexos, de grupos de género en el pasado histórico.



2. La Nueva Historia de la Mujer nos obliga a revisar nuestro lenguaje y a ampliar nuestros campos de investigación histórica para abarcar aquellas áreas donde ha tenido mayor incidencia la acción de la mujer. Debe revisarse los esquemas ideológicos patriarcales que han determinado una concepción de la historia de la humanidad desde la óptica de un sistema de valores masculinos y la elaboración de una historia que permita abarcar la experiencia colectiva de ambos sexos.

Se trata de plantear un análisis histórico a partir de la Historia Total pero no como una historia de las estructuras económicas, sociales y políticas planteada por la Escuela de los Annales, sino como una historia que abarque a la vez las dimensiones de la esfera privada para establecer una visión integral del conjunto de la experiencia histórica de la mujer.


** La autora es periodista,profesora, maestra en Historia, egresada del Doctorado de Sociología de la Universidad Pontificia de Salamanca-Proyecto Guatemala, miembro de número de la Acade­mia de Geografía e Historia de Nicaragua (AGHN) y miembro correspondiente de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala.






























V. Bibliografía.

Bebel,A. La mujer y el socialismo. Akal, Madrid, 1977.

Cardoso C.F.S. y Pérez Brignoli. Los métodos de la Historia. Crítica-Grijalbo, Barcelona.1977.pp.59-72.

Chesneau, J.?Hacemos tabla rasa del pasado? A propósito de la Historia y los Historiadores. Siglo XXI, México,1977.

Engels, F. El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Fundamentos, Madrid,1970.


Hartman, M.S.;Barner,L. Clio's Consciousness raised. News perspectives on the History Women. Harper Colophon Books. Nueva York,1974.


Lenin V.I. La emancipación de la mujer. Akal, Madrid,1975.

Lerner Gerda.The Challenge of Women's History. En: The majority finds its past. Placen women in History. Oxford University Press. Nueva York. 1981. Traducción de Mary Nash.

Mill, John Stuart y Taylor Harriet.Ensayos sobre la igualdad Sexual. Con un ensayo introductorio de Alice S. Rossi. Península, Barcelona,1973.

Nash, Mary. Nuevas Dimensiones en la Historia de la Mujer. escrito basado en la Ponencia "Desde la invisibilidad a la presencia de la mujer en la Historia: Corrientes historiográficas y marcos conceptuales de la nueva historia de la mujer" presentada a las Primeras Jornadas de Investigación Interdisciplinaria sobre la Mujer. Universidad Autónoma de Madrid, abril de 1981.



Schaff, Adam. Historia y Verdad.Ensayo sobre la objetividad del conocimiento histórico. Grijalbo, México, 1974.


Vilar, P. Historia marxista, historia en formación. Anagrama. Barcelona, 1974.